Hace unas semanas tuvimos la visita de G.O y Mir del grupo MBLAQ que vinieron para hacer un trabajo de voluntariado a nuestr país para realizar el proyecto “Sueño de Koica” en ciudades como Cusco y Huaraz.
G.O compartio su experiencia en nuestro pais de muchas formas en el tweeter y declaraciones a la prensa.
A los 10 dias de su llegada al peru ,él escribio una carta que fue revelada recientemente.
Esta es la carta:
“Peru no es para mí un pais familiar como los Estados Unidos, Japón o Tailandia.
Corea del Sur está ubicada al otro lado del mundo con una diferencia horaria de 14 horas. El lugar para hacer el voluntariado está localizado a una altitud de 3000 a 4000 metros. Todo es extraño y diferente, incluso hasta un poco atemorizante.
El primer día en Perú no fuimos directo al Cusco, en Lima no pudimos sentir la altitud pero la sentimos apenas llegamos a Cusco*. Se nos hacía difícil respirar y sentía como que me iba a desmayar a causa de la falta de oxígeno.
Poco a poco fui capaz de adaptarme antes de la exhibición de Tae Kwon Do y fuimos a un estadio en Cusco. Ahí puede encontrarme con una línea lista para practicar. De hecho, hay mucha gente en esa parte del país, incluso niños, aprendiendo Tae Kwon Do.
Fui a la plaza para promocionar la exhibición y practicar, los niños eran tímidos pero tenían ojos cálidos y nos dieron algunos volantes que yo acepté. Incluso ahí todavía no terminaba de adaptarme. Esa noche pude dormir a pesar de la altitud.
La mañana llegó, ahora por fin estoy adaptado a la altitud, respirar el aire fresco fue realmente fácil. Fui al lugar donde debíamos terminar con nuestro itinerario.
Era el día para la exhibición de Tae Kwon Do, había mucha gente en el estadio. Desde niños pequeños hasta abuelos(ancianos), gente de diferentes edades estaban interesadas en el Tae Kwon Do. Muchos voluntarios y yo participamos en la exhibición.
Me sentí muy orgulloso como coreano, la exhibición duró 2 horas y la gente quedó encantada por el espíritu del Tae Kwon Do.
En Lima se le informó a la gente sobre un evento de música tradicional coreana. Sorprendentemente mucha gente de Perú mostró gran interés por la cultura coreana.
El viaje continuó en Huaraz. Nosotros encontramos una escuela ubicada a 4000 metros de altitud en las montañas. Los niños estaban estudiando en un ambiente inapropiado e incluso el baño no estaba completo.
Pudimos hablar con los niños y entrar en confianza pronto. Estábamos alegres de darles chocolates, pan y vitaminas.
Empezamos trabajando en la renovación del baño y la cocina. Martillo, pico y pala. No teníamos suficiente equipo y algunas cosas se hicieron difíciles pero las solucionamos uniendo fuerzas.
Por otro lado, dimos también asistencia médica. Yo ayudé a los pediatras y oftalmólogos. Los niños no eran conscientes de la necesidad de una adecuada nutrición, probablemente por eso es que muchos de ellos tenían su estómago hinchado. Los ancianos necesitaban tratamiento médico especialmente para sus ojos.
Ahora estoy escribiendo esta carta luego de pasar 10 días en Perú, he estado haciendo trabajo de voluntariado. Creo que esto va a dejarme una experiencia profunda y valiosa para el futuro. Me esforzaré para ayudar en los días que quedan”.
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